Seguir las noticias: el consumo transmedia de noticias por parte de jóvenes universitarios
Introducción
Esta ponencia presenta un avance de resultados del proyecto de investigación “El consumo transmedia de noticias por parte de jóvenes universitarios”, que se desarrolla en el bienio 2016-2017 en el marco de la cátedra Tecnologías de la Información y la Comunicación de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral.
Los objetivos generales de la investigación son:
• Describir las rutinas de consumo de noticias que realizan los jóvenes universitarios en su vida cotidiana
• Analizar los contenidos que producen y comparten los jóvenes universitarios en relación a las noticias que consumen
Asimismo, la hipótesis sobre la que se basa esta investigación es la siguiente: los jóvenes universitarios despliegan rutinas de consumo de información particulares en las que manifiestan no sentirse interpelados por los medios de acuerdo con sus intereses o expectativas, y en cambio buscan en las redes sociales formar parte de comunidades de interés con pares que hagan significativa esa información a la que acceden a través de las conversaciones que desarrollan allí. Esta investigación, de carácter exploratorio, combina el análisis documental y la metodología cualitativa de las entrevistas en profundidad con el análisis de la relación con las interfaces a través de las cuales se informan los jóvenes.
Los detalles del proyecto de investigación han sido publicadas en 2016, donde se explicita el marco teórico desde el cual se plantea el mismo (Albarello, Barbieri y Millé, 2016). En esta oportunidad, avanzaremos sobre el trabajo de campo. El mismo se realizó en dos etapas: la primera, consistió en una muestra de 28 alumnos de la asignatura de Tecnologías de la Información y la Comunicación de la Carrera de Comunicación Social de la Universidad Austral, de entre 20 y 22 años, quienes relataron, en registro autobiográfico, su relación cotidiana con las tecnologías digitales, principalmente el smartphone. En segundo lugar, se realizaron 18 entrevistas en profundidad a alumnos universitarios de entre 18 y 24 años que asisten a diversas universidades, tantos públicas como privadas, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires. A esta segunda muestra se le preguntó acerca de sus hábitos de consumo de noticias a través del dispositivo móvil. Asimismo, esta etapa se completó con el registro, en video, se sus sesiones de consumo de noticias a través de sus dispositivos móviles.
En este documento, presentaremos los hallazgos de la primera etapa del trabajo de campo y algunos avances de la segunda etapa, con el objeto de describir de qué manera los jóvenes universitarios se relacionan con las noticias a través del dispositivo móvil.
Pero antes de hacerlo, presentaremos algunos conceptos que ayudarán para contextualizar tales hallazgos.
Consumo transmedia: las noticias son conversaciones
Carlos Scolari define a las narrativas transmedia como “un tipo de relato donde la historia se despliega a través de múltiples medios y plataformas de comunicación, y en el cual una parte de los consumidores asume un rol activo en ese proceso de expansión” (Scolari, 2013: 46). El rol que asumen los consumidores es mucho más activo que en el pasado, puesto que no sólo se trata de consumir o ver, sino de participar y crear. En ese sentido, podemos hablar de “consumo transmedia” para caracterizar el modo en que los prosumidores -acrónimo de consumidores y productores acuñado por Toffler (1980)- interactúan con los contenidos que les ofrecen los medios. Este consuno transmedia requiere de una estrategia de consumo, una lectura/navegación (Albarello, 2011) que no sólo responde a un recorrido a través de distintas plataformas y medios o aún en el mismo medio digital mediante la manipulación de ventanas y menús, sino que ahora se le añade a dicha estrategia la búsqueda de coherencia en el mundo narrativo en el que se sumerge el usuario. En otras palabras, el consumo transmedia define un tipo de navegación por los contenidos que obedece al interés del usuario en sumergirse en el mundo narrativo echando mano a todos los recursos que le ofrece el creador de la historia, a la vez que creando los suyos propios para enriquecerla (Albarello, 2014).
Ahora bien, ese consumo transmedia no se limita a las historias que se siguen en distintas plataformas. Las noticias, como todo el contenido que circula a través de los dispositvos digitales, también son objeto de este tipo de consumo, que asume rasgos particulares puesto que tiene lugar a través de “tecnologías relacionales” (Aguado, Feijóo y Martínez, 2013, p. 65). como son los smartphones y las tabletas, puesto que se insertan en los intercambios que los usuarios hacen en el marco de sus comunidades de interés que son las redes sociales. .Esta tendencia se comprueba en varios estudios de audiencia de los últimos años. Un trabajo del Pew Research Center de octubre de 2013 analizó el consumo de noticias que hacían los usuarios de Facebook en Estados Unidos, y determinó que la experiencia de encontrarse con noticias en esa red social era “común e incidental”, ya que muchos de los usuarios accedieron a noticias a las que de otro modo no hubieran encontrado (Pew Research Center, 2013). Basados en ese concepto, Boczkowski y Michelstein (2016) sostienen que en el caso de los jóvenes, el acceso a la información es incidental en el sentido de que “deja de ser una actividad independiente y pasa a ser parte de la sociabilidad en las redes” (p.2). A partir de un trabajo de campo que incluyó entrevistas en profundidad a jóvenes, afirman que éstos “no entran en contacto con el universo digital para buscar noticias, sino que se encuentran con ellas en los feeds de sus redes, entremezcladas con anécdotas graciosas de amigos, pedidos de ayuda y fotos de viajes, animales y comidas (p.3). En tanto, el último informe “Digital News Report” de Reuters indica que más de la mitad de los usuarios online (54%) de los 36 países que abarcó la encuesta dice que usa las redes sociales como una fuente de noticias, y un 14% que las redes sociales son su fuente principal de noticias (Reuters, 2017). Luego, un informe de comsCore1 presentado en 2017 confirma la tendencia al consumo creciente de noticias en el dispositivo móvil, que es el más importante luego de lo referido al clima y a los mapas debido a la geolocalización asociada al Smartphone.
Teniendo en cuenta estos estudios, podemos afirmar que el consumo creciente de noticias a través de dispositivos móviles tiene como rasgo principal su carácter social.
El mundo del marketing digital comprendió ese fenómeno tempranamente, dado que los consumidores prestan mayor atención a lo que dicen otros usuarios sobre los productos que a lo que dice la propia marca sobre ellos (Van Peborg, 2010, p. 46). Y más aún, el Manifiesto Cluetrain, entre uno de sus postulados afirma que “los mercados son conversaciones” (citado en Van Peborg, 2010: p. 36). ¿Qué tiene entonces de específico el consumo de noticias que hacen los jóvenes en sus dispositivos móviles en forma ubicua y constante? Que las noticias son conversaciones. Como sostienen Boczkowski y Michelstein (2016), se entremezclan en sus líneas de tiempo en las redes sociales que frecuentan y se vuelven incidentales más que intencionales.
Es interesante encontrar estos conceptos en otros ámbitos ajenos al consumo de noticias. Castorina y Carretero (2012), en un libro dedicado al constructivismo y la educación, traen a colación un trabajo de los investigadores brasileños Carraher, Carraher y Schliemann (1985), en el cual constataban que los niños de la calle, semianalfabetos dedicados a la venta de billetes de lotería, eran capaces de resolver problemas matemáticos complejos que requerían la utilización comprensiva de las cuatro operaciones aritméticas básicas (suma, resta, multiplicación y división). La enseñanza de dichas operaciones suele conllevar numerosas dificultades en el aula, y sin embargo, esos niños aprendían sin intención de hacerlo. Al respecto, los autores afirman: “mediante un aprendizaje incidental consiguen mejores resultados que los alumnos que están recibiendo un aprendizaje intencional” (Castorina y Carretero, 2012, p. 92). El motivo para esto –siguiendo a los autores- es que los aprendizajes incidentales pueden estar más ligados a los comportamientos del individuo. Precisamente, como el consumo de noticias de los jóvenes tiene lugar cada vez más frecuentemente en un dispositivo móvil, polifuncional y ubicuo como es el smartphone, que se amolda a todas las situaciones de su vida cotidiana, es normal que este uso incidental alcance su significado para ellos. En otras palabras, las noticias tienen sentido en la medida en que se adaptan a su vida cotidiana, hegemonizada por las conversaciones.
El smartphone: primer acceso a las noticias en el día
Los jóvenes entrevistados para la presente investigación fueron preguntados, en la primera etapa del trabajo de campo, sobre las tecnologías que utilizan cuando se despiertan, y luego, en qué medida esas tecnologías modificaron el modo de informarse durante la mañana, antes de salir de su casa para realizar sus actividades diarias.
Una de las primeras conclusiones que podemos sacar es que leer las noticias en el celular ha reemplazado, para los jóvenes, la lectura en diario papel, y el uso informativo de la TV, y en consonancia con otras investigaciones (Albarello, 2011), hay una asociación directa entre la pantalla y la lectura rápida y superficial: al desayunar leo Infobae para informarme. Ya no se usa tanto el diario en papel y estoy acostumbrada a realizar una lectura superficial de las noticias (Catalina P., 20 años)
Lo bueno de esta tecnología es que puedo informarme de manera rápida, antes de salir de casa sin necesidad prender la tele (Wendy, 21 años) yo al leer el diario online he dejado de leer el diario en papel y por ende he cambiado mi forma de leer (Jacinta, 20 años) Lejos de percibirlo como algo que atenta contra la lectura concentrada, la lectura rápida que ofrece la pantalla del smartphone es destacada como una ventaja diferencial respecto de los medios tradicionales:
Creo que hoy en día, se dificulta quizás levantarse y leer el diario en papel, ya que se necesita más tiempo y una lectura más detenida, cuando podes informarte de lo indispensable con una lectura rápida con la aplicación del diario en el teléfono. Inclusive, podes hacerlo en cualquier momento del día que tengas un rato libre (Wendy, 21 años)
Las noticias entremezcladas en el dispositivo multifunción
Las noticias no responden a una rutina tradicional en la que el lector decidía informarse y, por tanto, accedía a los medios buscando satisfacer esa necesidad. Por el contrario, el consumo de noticias, para los jóvenes entrevistados, se da en medio de otras actividades, variadas y diferentes, que realizan en el dispositivo móvil, y que no son vistas como opuestas sino complementarias:
Con el teléfono puedo entrar a cualquier diario online e informarme de manera rápida. También puedo ver el clima para ver cómo vestirme antes de salir (Wendy, 21 años)
Mientras preparo mis tostadas, leo el diario a través de una aplicación del celular y escucho las noticias del tiempo por la televisión (María Jazmín, 20 años)
Al mismo tiempo, este tipo de consumo de noticias adquiere un rasgo multiplatafoirma, que aparece explicitado claramente así en boca de uno de los entrevistadois:
A través del iPad leo el diario o Twitter y no importa tanto ya la plataforma porque aunque me traslade de lugar voy a poder consumir el mismo contenido a través de un software conectado a otro dispositivo, como mi celular (Paloma, 20
años)
Las noticias a la carta
Las predicciones de Nicholas Negriponte en el emblemático libro Ser digital (1999), cuando hablaba del diario personalizado o a la carta, en la que el usuario podría acceder a un menú de noticas jerarquizada según sus intereses, incluso mientras se encontraba en el baño de su hogar, parece adquieir ahora un rasgo social con lo que sucede en el smartphone. Es decir, si este rasgo personalizado antes era propuesto por los mismos medios a sus usuarios través de los canales de sindicación de noticias (RSS), ahora sobre mismos usuarios quienes hacen ese filtrado a través de las redes sociales, en las cuales el rol ordenador de los medios se ve claramente debilitado. Esto se ve claramente expresado en los entrevistados, que le dedica un tiempo diferente a las noticias según la relevancia personal que les atribuye: Para informarme, utilizo la app de La Nación. Con esta accedo a las noticias más relevantes del día, a las noticias de mayor relevancia personal, les dedico una lectura más profunda y detallada. A las otras, simplemente las ojeo (Valentín, 21
años)
Esta relevancia está relacionada, además, con el entorno multitarea en que los jóvenes prefieren informarse. Es decir, el consumo de noticias entra en dialogo con las otras actividades que realizan en el dispositivo:
Para informarme en la mañana entro en Twitter, que a esa hora plaga su inicio con portales de noticias y también espero la notificación de Google sobre el tiempo. Mis padres prefieren la TV, pero yo como nativa digital prefiero buscar las noticias que a mí me interesan, filtrar la información, la quiero de manera rápida y prefiero el multitasking, escuchando música al mismo tiempo y desayunando (Florencia, 20 años)
Las noticias en las redes sociales
Como venimos diciendo, para los jóvenes, leer noticias adquiere significado porque lo hacen a través de las redes sociales, por tanto, las consideran objeto de conversaciones, comparticiones, retuiteos y comentarios, y en el dispositivo multifuncional del Smartphone conviven las noticias que ofrecen los medios –aplicaciones- como aquellas a las que se accede incidentalmente a través de las redes sociales:
En la mañana me informo a través del celular. Usualmente con Twitter o las aplicaciones de Infobae y La Nación (Jacinta, 20 años)
Finalmente, si antes el rito de leer el diario a la mañana estaba asociado con desplegarlo sobre la mesa mientras se desayunaba y requería de la lectura atenta e individual (o en todo caso era la excusa de un comentario oral con quien se encontraba en el hogar a esa hora del día), en el caso del consumo de noticias a través del smartphone, ese rito se ha complejizado al concebir a las noticias como parte de las conversaciones con los pares, que puede ser sobre las noticias o sobre otros contenidos que quieren compartir:
Luego de bañarme voy a desayunar y reviso nuevamente mi teléfono, respondo mensajes, me informo en Twitter, Facebook, doy algún like en Instagram, todo, mientras desayuno a la par (Francisco, 20 años)
Prefiero leer en pantalla las noticias, ya que no preciso de mucha atención y lo puedo hacer mientras hago otra cosa (…), la puedo leer apurado. También estoy conectado con otros usuarios y eso me gusta porque puedo participar. Son dos lecturas distintas pero que ambas tienen su lado bueno o malo dependiendo para qué tarea se las use (Agustín, 20 años)
Conclusiones: seguir las noticias
Durante la segunda etapa del trabajo de campo, que consistió en 18 entrevistas en profundidad a estudiantes universitarios, y que no consignaremos en la presente ponencia, se indagó en las características que asumía este rasgo social de las noticias que consumen. Una de las expresiones más llamativas fue la de una joven, que dijo que “le gusta seguir las noticias” en las redes sociales, dado que, por ejemplo en Twitter, suele seguir a periodistas y figuras públicas. Seguir las noticias es como seguir el relato transmedia a través de las múltiples plataformas que ofrecen las narrativas transmedia en un contexto de alta fragmentación de las audiencias. Como sostiene Scolari (2013, p. 222), “las narrativas transmedia se perfilan como un dispositivo ideal para reconstituir las audiencias, ya no a partir de un medio particular sino alrededor de un relato”. Ese relato, precisamente, es la noticia, que en las redes sociales adquiere ese rasgo personal, identificable y cercano que ofrecen los perfiles con los cuales se conectan para informarse. Esto genera nuevas rutinas informativas, nuevos ritos en los cuales el carácter social es fundamental: se informan con y a través de otros, no ya en solitario. Y en virtud del smartphone en tanto dispositivo metamedium que emula e hibrida a los medios anteriores y a la vez es escenario de la creación de nuevos medios y contenidos (Manovich, 2013, p. 62), acostumbran cada vez más a mezclar la rutina informativa con otro tipo de prácticas, desde consultar el estado del tiempo a actualizar su estado en las redes sociales o likear y comentar a sus contactos, todo ello en un ambiente multitarea donde combinan otras actividades en simultáneo como el desayuno al comenzar su día.
Las rutinas informativas han cambiado, y el aspecto social de las mismas es fundamental como comenzar a comprender cómo consumen las noticias los jóvenes de la actualidad.