Jorge Verri: «El Reino Unido utiliza nuestros recursos para amenazarnos»
La ocupación Británica de las Islas Malvinas y la amenaza militar que supone una base de la OTAN allí instalada fue el tema que se trató en la tercera reunión del Ciclo «Geopolítica, ¿Época de Cambio o Cambio de Época?» que se llevó adelante en el Museo Histórico Municipal de Ituzaingó el 7 de julio.
Por Jorge Verri
Fecha de Publicación: 07/7/2023
En medio de la complejidad geopolítica del Atlántico Sur, Argentina se enfrenta a una serie de desafíos relacionados con la disputa de territorios y la explotación de recursos por parte de potencias extranjeras, en especial el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Este tema de vital importancia y sus implicaciones en el desarrollo del país han sido puestos en relieve recientemente por especialistas y expertos en geopolítica marítima.
La pesca se posiciona como uno de los temas principales en la región del Atlántico Sur, y el Reino Unido ha aprovechado estratégicamente esta actividad para mantener una presencia dominante en la zona. Utilizando recursos y territorios en disputa, incluyendo las Islas Malvinas, los británicos han establecido una base militar con misiles de largo alcance que, según algunos informes, pueden alcanzar lugares tan lejanos como Ecuador. Con navíos, portaviones y un submarino nuclear vigilando constantemente la región, la proyección de poder británico se extiende por el Atlántico Sur.
Este enfoque en Malvinas como punto de partida les permite justificar la explotación de los recursos naturales de la región, proyectarse hacia la Antártida y controlar los pasos entre los océanos, incluyendo el dominio de áreas que afectan directamente al territorio sudamericano, como Brasil, Uruguay y las regiones africanas que bordean el Atlántico Sur.
En el marco de esta disputa, la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Argentina juega un papel crucial. Esta ZEE se extiende desde la costa hasta las 200 millas náuticas, y dentro de ella, Argentina tiene jurisdicción exclusiva sobre el lecho y el subsuelo marino. Sin embargo, las aguas son en parte internacionales, lo que ha dado lugar a controversias sobre los derechos de pesca y explotación de recursos migratorios, como el calamar.
La falta de claridad en la legislación internacional con respecto a la pesca por arrastre ha contribuido a la sobreexplotación de recursos y al descarte excesivo de especies no deseadas, generando una preocupante contaminación marina y un desperdicio de recursos alimenticios valiosos. Se estima que, a nivel mundial, se descarta alrededor del 30% del pescado capturado, incluyendo pesca de bandera nacional, lo que representa una oportunidad perdida para abastecer a la población argentina y generar un impacto positivo en la seguridad alimentaria.
La ampliación de la jurisdicción nacional en el Atlántico Sur ha sido un proceso arduo y de varios años para Argentina. Con el trabajo conjunto de especialistas, científicos y miembros de la Marina, se ha documentado y medido la plataforma continental para presentarla ante la Convención del Derecho del Mar. Esta extensión otorga a Argentina derechos sobre el lecho y el subsuelo en un área ampliada, brindando oportunidades para el desarrollo económico y la soberanía en la región.
Sin embargo, uno de los desafíos que se presentan es la necesidad de una acción política decidida para concientizar a la sociedad argentina sobre la importancia de estos espacios marítimos. Además, la promulgación de leyes claras que regulen las actividades pesqueras y protejan el ecosistema es esencial para asegurar la sostenibilidad de los recursos marinos y garantizar el bienestar de las generaciones futuras.
En este contexto, expertos y activistas han instado a la difusión y el conocimiento sobre el potencial y la riqueza que ofrecen los espacios marítimos del Atlántico Sur. Proyectos como “Pampa Azul” buscan resaltar la importancia de estas áreas poco exploradas y concientizar sobre su relevancia para el desarrollo del país.
La defensa y ocupación responsable de estos territorios y recursos se presentan como un desafío y una oportunidad para Argentina, que debe mirar hacia el Atlántico Sur como una extensión de su territorio y desarrollar estrategias para ejercer su soberanía y fomentar un uso sostenible y equitativo de sus recursos. Solo así podrá asegurar un futuro próspero y sostenible para el país en esta región estratégica del Atlántico Sur.